LAS PISCINAS MUNICIPALES CAUSAN DAÑOS MEDIOAMBIENTALES

Las fugas de agua que se producen en las piscinas públicas municipales significan un coste económico y, sobre todo, medioambiental.

Parece que el agua sobra en Zaragoza. Pero no es así. Lo que falta es conciencia medioambiental. Zaragoza, once años más tarde del sueño internacional de la Expo, dedicada al agua y al desarrollo sostenible, a pesar de los avances en infraestructuras y riberas, sigue perdiendo agua en las tuberías suministradoras de agua y canalizaciones en la ciudad o en sus instalaciones municipales.

Un claro ejemplo de la pérdida municipal de agua son las instalaciones deportivas. Las mayores pérdidas por fugas, un 30% del agua aproximadamente, se registran en las piscinas de Casetas y la Hípica.

Las piscinas de la Hípica, que ahora está en pleno proceso de reforma de los vasos, estaban perdiendo cada día 130.000 litros de agua. Y las de Casetas, hasta 225.000 litros de agua, cuyo arreglo se prevé para finales de año. Pérdidas de agua que causan daños estructurales al terreno o al centro o al arbolado de las instalaciones, entre otras afecciones.

Desgraciadamente, el Ayuntamiento no lleva un registro de la pérdida de los miles, millones, de litros que se pierden anualmente. Un servicio que es deficitario (unos seis millones de euros), entre otras muchas causas, por este motivo, por una pésima gestión a la que no han sabido enfrentarse los responsables del mismo.

Todo esto supone un importante daño a las arcas municipales, a la economía, a los dineritos obtenidos de los impuestos y tasas de la ciudadanía, tanto por el derroche del agua que se desperdicia, como luego por los pequeños arreglos o las grandísimas inversiones, que ello implica.

Pero no sólo eso. Supone un coste medioambiental. Zaragoza, como ciudad, no está para tirar o mal emplear el agua.

El Servicio de Instalaciones Deportivas y el Ayuntamiento de Zaragoza deben acometer una reforma en profundidad de las instalaciones municipales que eviten la pérdida de agua. Por economía, por estética y, sobre todo, por ética medioambiental.

Written by OSTA Ayuntamiento de Zaragoza