Hoy, viernes 15 de noviembre, es el Día Mundial sin Alcohol. Reflexionamos sobre el impacto del alcohol en nuestras vidas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo de alcohol, siendo la droga legal de consumo más común y aceptado en la sociedad, siendo la sustancia psicoactiva de consumo más generalizado.
Con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de adoptar medidas encaminadas a reducir el consumo del alcohol y la carga sanitaria y social que provoca su ingesta se declaró el 15 de noviembre como el Día Mundial sin Alcohol.
¿Cuándo se considera uso problemático de alcohol?
Se considera consumo problemático cuando se observan algunos de estos síntomas:
- Pérdida de control del consumo
- Beber en ayunas o beber ante acontecimientos de gran tensión
- Recaída en el consumo a pesar de los efectos negativos
- Problemas familiares, sociales, laborales
- Olvidos y despistes importantes
- Pérdida de conciencia de la realidad y negación
¿Cuáles son las consecuencias del consumo de alcohol?
- Físicas: disminuye la actividad de las neuronas del sistema nervioso, efectos tóxicos sobre el tejido del corazón, alteraciones gástricas, intestinales…
- Psicológicas: ansiedad, delirios, depresión, alucinaciones…
- Sociales: conflictos familiares, violencia… problemas en el trabajo (absentismo laboral, disminución del rendimiento, accidentes y bajas médicas, pérdida del puesto de trabajo), accidentes de tráfico…
Mitos sobre el consumo de alcohol
- “Se pueden consumir drogas durante mucho tiempo, antes de que te hagan daño”.
La droga actúa sobre el sistema nervioso y una pequeña dosis es suficiente para causar efectos tan nocivos como inmediatos.
- “Mientras no abuse de ellas, no corro peligro”.
Todas las drogas causan daños desde el primer consumo. Además, corres el riesgo de que quieras tomarlas con más frecuencia hasta que te acabes enganchando.
- “El alcohol no es una droga”.
El alcohol reúne todos los requisitos de la definición de droga: cuando se introduce en el organismo provoca un cambio en su funcionamiento y es susceptible de crear dependencia y tolerancia.
- “El alcohol es un estimulante”.
Mucha gente lo cree así porque con las primeras copas la persona se ve algo desinhibida o locuaz, pero lo que en realidad ocurre es que se deprime la capacidad de autocontrol, con lo que se deja salir aquello que se lleva dentro y que el autocontrol recomienda no sacar de una forma inadecuada.
- “Beber alcohol solo los fines de semana no provoca daño”.
El alcohol no es un alimento, sino un tóxico del que el cuerpo tiene que defenderse. Consumirlo cuando se está en crecimiento, todos los fines de semana o en grandes cantidades pone en peligro el organismo, además de estar en riesgo de convertirlo en hábito.
- “Las personas que ‘aguantan mucho’ corren menos riesgo de llegar al alcoholismo”.
Cuando a alguien “no se le sube el alcohol a la cabeza” no significa que no le afecte; sino que es probable que haya desarrollado “tolerancia” y necesite aumentar la dosis para obtener los mismos efectos.
- “Las drogas son un problema más grave que el alcohol”.
El alcohol y el tabaco causan 50 veces más muertes que la heroína, la cocaína o cualquiera de las demás drogas ilegales. Las consecuencias son múltiples: violencia, accidentes de tráfico, accidentes laborales, absentismo laboral, enfermedades graves, etc.
- “El vino tinto es bueno para el corazón”.
Este mito se basa en la creencia de que un fenol, el resveratol, que se produce de manera natural en varias plantas como respuesta a una lesión o cuando estas se encuentran bajo el ataque de patógenos, tales como bacterias u hongos. Tiene efectos positivos sobre la salud humana. Hay estudios que se los atribuyen, mientras que en otros se desmienten o les quitan solidez científica. Uno de esos beneficios otorgados a la sustancia es de índole cardioprotector. En caso de ser ciertos tales beneficios y aunque el resveratrol es en el vino tinto donde se encuentra en mayor concentración de forma natural, su concentración, sin embargo, no sería de orden terapéutico y su combinación con el alcohol del vino genera unos daños que no compensan (como efectos secundarios) la ingesta de resveratrol a través del vino tinto. Si algún día se confirman, científicamente, los beneficios que algunas personas atribuyen al resveratrol (los bodegueros y fabricantes de cápsulas), la forma adecuada de tomarlo será en cápsulas o mediante una alimentación variada que incluya cacahuetes, uva y cacao.
- “La cerveza no me puede causar daño porque tiene baja graduación de alcohol”.
La afirmación no es cierta. Esta bebida simplemente contiene el mismo tipo de alcohol que el resto de las bebidas alcohólicas, se diferencia simplemente en la cantidad. El problema surge ante lo fácil que es ser menos precavido y prudente en el consumo de esta bebida (menos alcoholizada) y lo fácil que es terminar abusando de ella
.
- “El alcohol da calor al cuerpo, sirve para calentarse cuando hace frío”.
El alcohol es un vasodilatador periférico, dilata los vasos sanguíneos más exteriores (manos, pies, nariz y orejas) las zonas en las que primero percibimos el frío, teniendo una falsa sensación de calor. El interior del cuerpo, mientras tanto, se enfría. En realidad, el consumo de alcohol puede facilitar problemas de salud e incluso la muerte por descenso de la temperatura corporal. En países fríos, trabajadores que realizan su trabajo en condiciones habituales extremas, bajo los efectos relajantes del alcohol, pierden la sensación térmica y aceleran la hipotermia.
Desde OSTA queremos recordaros que en el Ayuntamiento de Zaragoza disponemos del Centro Municipal de Atención y Prevención de las Adicciones -CMAPA- es un recurso público y gratuito, atendido por un equipo multidisciplinar. Cuenta con profesionales de la psicología, medicina, psiquiatría, enfermería, trabajo social, educadoras y personal administrativo, con el que atender a personas y/o sus familiares con problemas asociados a conductas adictivas.
El CMAPA, a través de sus profesionales, ofrece elaboración, desarrollo y evaluación de programas de prevención en distintos ámbitos, información, formación, asesoramiento e intervención en materia de prevención, así como apoyo necesario.
Además, disponen de un tratamiento personalizado y confidencial, informando, orientando a personas con problemas relacionados con conductas adictivas como el alcohol, el tabaco, cánnabis, cocaína, opiáceos, derivados anfetamínicos, juego patológico, tecnologías de la Información y la Comunicación, así como otras sustancias y/o conductas adictivas.
Los correos electrónicos de contacto son:
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