25N QUE SER MUJER NO NOS CUESTE LA VIDA
Ante la celebración del 25 de noviembre Día Internacional para la eliminación de la violencia de género, expresamos nuestra más rotunda denuncia y condena a las diversas formas del ejercicio de la violencia en contra de las mujeres que sigue estando instalada en nuestra sociedad, y que año tras año se sigue cobrando un elevado número de víctimas mortales, que ser mujer no nos cueste la vida.
Mari Carmen, Soraya, Vanesa, Alicia, Alexandra, Pilar… Son solo algunos de los nombres de las 35 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en Aragón en los últimos 22 años. Nombres que deberían estar en las portadas, en las conversaciones, en los debates públicos, pero que demasiadas veces pasan de largo como una estadística más y no como lo que son: vidas destruidas, familias rotas, infancias marcadas para siempre. En varios casos, estas mujeres fueron asesinadas delante de sus hijos, como si el mensaje necesitara un testigo. Como si la violencia quisiera asegurarse de que su lección perdure: podrías ser la siguiente.
Cada nombre es un recordatorio que queda marcado a fuego en cada una de nosotras. Cada golpe, cada control, cada amenaza camina en paralelo con la advertencia silenciosa que se arrastra generación tras generación: ser mujer es estar en riesgo. Porque el próximo nombre puede ser el nuestro, el tuyo… y lo más doloroso es que, para demasiada gente, da igual.
Ser mujer hoy es salir a la calle con el cuerpo tenso, con enojo o con miedo, según el día. Es caminar alerta, mirar hacia atrás, cada pocos pasos, tener el teléfono a mano por si hay que avisar o pedir ayuda. Es que nuestras madres, hermanas y amigas nos pidan que avisemos al llegar, y hacerlo, porque todas sabemos que no es exageración: es supervivencia. Nosotras lo sabemos. Ellos muchas veces no quieren verlo.
El feminicidio no es una tragedia aislada, ni un arrebato inexplicable. Es la última estación de un viaje que empieza mucho antes: en sociedades machistas que normalizan el control, la humillación, el insulto, el miedo, y que permiten que muchas mujeres vivan una vida llena de violencia antes de morir por ella. Y esa violencia no la sufren solo ellas: se derrama sobre sus familias, sobre sus hijos e hijas, sobre los entornos de trabajo, sobre toda la sociedad, que pierde cada vez que una mujer es asesinada por quien decía quererla.
Mientras tanto, demasiadas veces la justicia no está a la altura, los medios rebajan los crímenes a “sucesos” y la opinión pública se conforma con condolencias vacías. Nos falta construcción: de políticas públicas valientes, de acciones ciudadanas contundentes, de educación que enseñe igualdad, de periodismo que nombre las cosas por su nombre, de cultura que desmonte el machismo desde la raíz.
La violencia contra las mujeres no se combate con silencio, sino con compromiso. Con decisión. Con sociedad. Con hombres que se impliquen, con instituciones que protejan, con medios que informen sin morbo y con ciudadanía que diga: ni una más.
Porque una sociedad que permite que sus mujeres vivan con miedo, nunca podrá vivir en libertad. Y mientras no nos duelan todos los nombres, mientras no entendamos que nos estamos jugando la democracia, la convivencia y la vida, la lista seguirá creciendo y ninguna lista debería crecer con nombres de mujeres asesinadas
Concentración en Zaragoza
Lugar: Plaza de España, escaleras DPZ
Hora: 19 horas
¡¡Os esperamos!!
