DÍA MUNDIAL DE LA SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO.

Hoy es 28 de abril, el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, es una jornada muy importante no solo para los profesionales de la Prevención de Riesgos Laborales sino también para todos los trabajadores y trabajadoras.

Es fundamental concienciar a la sociedad de la importancia de la prevención de Riesgos Laborales para garantizar un trabajo de calidad, evitar o minimizar las causas de los accidentes y enfermedades derivadas del trabajo y, lo más importante, que no haya muertes.

 Esto se consigue formando e informando a todos los actores, creando un entorno educado en la prevención para aplicarlo no solo en el trabajo sino también en la vida cotidiana. 

El 11 de febrero de 1996 entró en vigor la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. Es en ese mismo año en el que se celebró por primera vez el “Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos” para rememorar a las víctimas causadas por accidentes de trabajo y/o enfermedades profesionales.

Desde entonces y, especialmente desde 2003, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el día 28 de abril como Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Así, este día no solo se recuerda la memoria de los trabajadores muertos, sino también que las lesiones, accidentes y enfermedades profesionales en el trabajo tienen y deben ser evitadas.

El principal objetivo que se quiere conseguir con la celebración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo es promover la conciencia, la sensibilización y cultura preventiva en todas las empresas. 

Esta tarea no es solo una labor del empresario, sino también de los trabajadores, porque en la seguridad y salud en el trabajo tienen que participar todo el capital humano de la empresa.

 Un total de 780 trabajadores fallecieron en accidente laboral en 2020, 13 más que en 2019, lo que implica un aumento en valores relativos del 1,9%, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

Respecto a 2019, en 2020 los accidentes con baja durante la jornada laboral fueron 428.474, de los cuales 3.505 accidentes fueron graves y 595 accidentes fueron mortales, 53 más que en 2019, lo que supone un aumento porcentual del 9,8%. 

Los 113 accidentes mortales restantes registrados fueron siniestros ‘in itínere’ (los que se producen en el trayecto de casa al trabajo y viceversa), 40 menos que en el mismo periodo del año pasado (-26,1%).

Comparando estos datos con los del mismo periodo del año anterior, se produjeron 702 accidentes graves menos y 53 accidentes mortales más. De los 595 accidentes mortales producidos en jornada de trabajo, 528 correspondían a trabajadores asalariados y 67 por cuenta propia.

En lo que se refiere a los accidentes con baja in itinere, 802 accidentes fueron graves y 113 accidentes fueron mortales. Respecto a 2019, se produjeron 236 accidentes graves menos y 40 accidentes mortales menos.

Aunque cada año se va invirtiendo más en prevención, se conciencia más la sociedad y se intenta hacer cumplir la normativa vigente, las cifras siguen siendo inaceptables, debemos seguir mejorando.

Para ello, debemos implementar una serie de conceptos en nuestro día a día para reducir de forma optimizada y efectiva la accidentabilidad y tener un puesto de trabajo seguro y saludable:

-Identificar los riesgos. Conocer los posibles riesgos asociados a cada puesto es el primer paso para evitarlos.

-Evaluar los riesgos, para minimizarlos o eliminarlos si es posible, determinando la probabilidad de que se produzca el daño y la gravedad.

-Planificar la actividad preventiva, priorizando en función de la magnitud y el número de trabajadores expuestos.

-Establecer protocolos de actuación que se revisen e inspeccionen de manera periódica.

-Formar e informar de forma adecuada a la plantilla para que sea consciente del riesgo y de la correcta utilización de los equipos de trabajo y ejecución de las tareas.

-Realizar coordinación de actividades empresariales. Identificar y controlar los riesgos que se pueden derivar.

-Adecuada vigilancia de la salud por parte de personal sanitario que evalúe la salud de la plantilla y estudie posibles enfermedades relacionadas con el trabajo y riesgos así como la prestación de primeros auxilios y la atención de urgencia a los trabajadores víctimas de accidentes o daños en el lugar de trabajo.

-Establecer indicadores que ofrezcan información que ayude a analizar la siniestralidad, la incidencia o el absentismo de la empresa.

-Analizar datos y establecer puntos de mejora, siempre con la ayuda de los delegados y delegadas de prevención

El seguimiento de estos pasos y la implicación personal en la prevención de riesgos laborales se puede traducir en una reducción de la siniestralidad laboral y, en consecuencia, una mejora continua de la seguridad y la salud.

Desde OSTA queremos animar a la plantilla municipal a seguir formándose en prevención, consulta a los delegados y delegadas siempre que lo consideres oportuno.

Recordad que en nuestra página web tenéis una pestaña de Prevención (https://ayuntamiento.osta.es/prevencion/) con mucha documentación que podéis complementar con la que se encuentra en la intranet municipal en la pestaña de Prevención y Salud Laboral.

Por último, queremos recalcar una idea muy importante, la Seguridad y Salud Laboral es una inversión, no un gasto.

Invierte en salud.

Written by OSTA Ayuntamiento de Zaragoza