Hasta luego, UAPO
La promesa de Elena Giner se ha quedado sólo en un cambio de nombre y de uniforme.
Veremos en qué queda finalmente.
Aunque viene de un preacuerdo firmado por algunos sindicatos en febrero de 2018 (y ratificado por el Equipo de Gobierno de ZeC, en octubre de 2018, mediante un decreto de Alcaldía y con varias mociones votadas por el Pleno en contra de esta medida), no ha sido hasta el 21 de enero de 209 cuando se ha hecho efectivo el cambio de nombre y de uniformidad de la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO), pasando a llamarse Unidad de Refuerzo Flexible (URF)
Desde OSTA, desde el primer momento, hemos estado en contra de esta medida, no firmando el preacuerdo y posteriormente manifestando nuestra disconformidad con este cambio, sobre todo con lo relativo al cambio de vestuario, por lo que supone de gasto y porque supone un retroceso en cuanto a la seguridad de los trabajadores y trabajadoras adscritos a la Unidad. Añadir que ya se había producido un cambio estético en su uniformidad al portar el chaleco antibalas con la funda exterior igual al resto de policías, cosa que desde OSTA entendemos que era suficiente, además de no suponer ningún coste añadido.
La disolución de la UAPO era una promesa electoral de ZEC, y aunque no del todo, a falta de cuatro meses para las elecciones, podemos decir que ha logrado su objetivo.
Ante la falta de apoyo político para realizar la disolución, la señora Giner ha encontrado la complicidad de algunos sindicatos para justificar esta medida e imponer un supuesto modelo policial moderno y europeo. Aunque en cuanto al sueldo parece que no tienen tanto interés ni en modernizar ni en europeizar a los policías locales de Zaragoza, negándose sistemáticamente a reconocer y pagar las diferencias salariales que conlleva la reclasificación del grupo C2 al C1.
No sabemos si éste será un adiós definitivo o un hasta luego de la Unidad UAPO, ya que algunos grupos de la oposición ya han manifestado su intención de revertir estos cambios en caso de que gobiernen después de las elecciones municipales. Así mismo ha habido numerosas asociaciones vecinales en contra de esta medida, e igualmente una amplia mayoría de sindicatos, entre ellos OSTA, hemos manifestado nuestro desacuerdo con esta reforma, sobre todo en lo que atañe al vestuario, tanto por su coste como por la merma en la seguridad que puede ocasionar.
De momento hemos dicho adiós a la UAPO. El tiempo dirá si la despedida es para siempre o solo es un “hasta luego”.