MISMO PERRO, PERO CON DISTINTO COLLAR

Una reflexión sobre los políticos de la Corporación

Con la nueva normalidad, los sindicatos hemos vuelto a asistir de nuevo a las distintas Comisiones Plenarias con las que funciona el Ayuntamiento de Zaragoza, y aunque no se puede participar directamente, se nos permite escuchar de primera mano las preguntas de los distintos grupos municipales de la oposición y las respuestas del Equipo de gobierno.

Concretamente, en la ultima Comisión de Presidencia, Hacienda e Interior y Economía, celebrada el 22 de junio, el debate, entre otros temas, se centró en el iphone que la Consejera Navarro adquirió a cargo del Ayuntamiento y posteriormente abonó de su bolsillo, así como el cargo de 3,60 € de unos churros para unas visitas protocolarias de la DPZ, dedicando a estas cuestiones más de la mitad de la duración de la Comisión, entre replicas, contrarréplicas, alusiones, etc. Y como se había perdido tanto tiempo en esos temas tan transcendentales, luego se despachan las demás preguntas deprisa y corriendo.

Y en temas bastante más importantes, por lo menos para la plantilla municipal, no hubo tanto debate, llegando incluso a no contestar a muchas de las preguntas realizadas por los grupos de la oposición.

Así, hablaron de refilón de los interinos, de la Provisión de puestos municipales por personal de otras administraciones públicas, etc, temas que parecen ser, para todos los miembros de la Comisión de Hacienda, menos importantes que los tiempos de alusiones para discutir y descalificarse unos a otros. En cambio, hablaron de Bildu, de los Gal, de los indultos, de pecados capitales, de pijos-progres, de comunismo, hasta del sexo de los Ángeles, en un tono mas propio de “cuñaos” en una barra de bar que de concejales del Ayuntamiento de Zaragoza.

En la sección sindical de OSTA, tanto en las Comisiones, como en los Plenos, tenemos una sensación de “déjà vu”, de estar ante el mismo perro con distinto collar, da igual quien esté al frente del Equipo de gobierno y quien en la oposición de turno. Cambian las siglas y los colores, cambian algunos nombres, pero seguimos con costumbres similares, prometer en la oposición e incumplir en el gobierno. Se repiten debates estériles, se aprueban mociones que no se cumplen o que son brindis al sol. Los Concejales y Concejalas del Ayuntamiento de Zaragoza cambian de criterio según están en el gobierno o en la oposición, cambian sus exigencias según ocupan un cargo u otro en las distintas administraciones, o según quien gobierna en ellas.

La plantilla del Ayuntamiento ha ido disminuyendo a lo largo de los años y los trabajadores y trabajadoras han sido los grandes olvidados de los distintos gobiernos municipales, desde los gobiernos monocolores de PP y PSOE, pasando por el tripartito de izquierdas (“Dios no lo quiera”, dijo Belloch) PSOE-CHA-IU, pasando por el gobierno en minoría de ZeC, hasta el actual Equipo de gobierno de derechas PP-C’S.

Primero fueron Belloch, Catalá, Gimeno, Pérez Anadón y Ranera, que entretenidos con la Expo y el tranvía, se olvidaron de los trabajadores. Luego, para Santisteve, Rivarés y Cubero el funcionariado eramos unos privilegiados frente a otros trabajadores más desfavorecidos, y al final, ni solucionaron los problemas de la plantilla municipal ni los de fuera, y en la actualidad, Azcón, Sara Fernández, María Navarro y Alfonso Mendoza, que según ellos venían a arreglar dieciséis años de desgobierno de la izquierda, con la excusa de la herencia recibida y de la pandemia vuelven a olvidarse de la plantilla municipal, que al final, gobierne quien gobierne, son los que hacen que este Ayuntamiento, mal que bien, siga funcionando y dando un buen servicio a la ciudadanía.

La historia se repite inexorablemente. Todos dicen una cosa cuando están en la oposición y hacen otra cuando gobiernan. Sus criterios cambian, sin tener en cuenta las necesidades e intereses de la ciudadanía, ni de la plantilla municipal, sino mirando los suyos propios y los de sus partidos.

Lo que no cambia es que no dejan de criticarse unos a otros, de echarse en cara sus miserias, aunque después hagan lo mismo que le han criticado al otro. Que si las manzanas de Belloch, la gomina de Santisteve y ahora los churros de Azcón, pero ninguno soluciona los problemas importantes de los trabajadores y trabajadoras de este Ayuntamiento (envejecimiento y merma de plantilla, interinos, abuso de las comisiones de servicio, pérdida del poder adquisitivo de sus trabajadores, etc.), solo saben criticar al contrario, prometer desde la oposición, pero a la hora de gobernar, nada de nada.

Desde OSTA, como representantes sindicales de la plantilla funcionarial y laboral, recibimos el sentir de desamparo y orfandad de la plantilla municipal, echando de menos verdaderos gestores y políticos de categoría (el Ayuntamiento de Zaragoza no es mas que un reflejo del bajo nivel político que tenemos en el resto de ámbitos). Incluso en algún colectivo de forma jocosa se habla de “huérfanos predilectos”, después de ser nombrados hijos predilectos de la ciudad, cuando siguen sin cubrirse sus casi 300 vacantes y no se ha solucionado el tema de su reclasificación profesional, que data del año 2014 (ninguno de los tres últimos equipos de gobierno ha querido verdaderamente solucionar este problema), y ésta es sólo una de las muchas cuestiones pendientes de arreglar en este Ayuntamiento.

Nos parece vergonzoso que con los temas importantes que tienen pendientes de solucionar en la ciudad de Zaragoza, se pongan a discutir de manzanas, gominas y churros. Son gastos irrisorios dentro del presupuesto de la ciudad, y que aún pudiendo ser legal su cargo a las arcas municipales, no deja de ser sonrojante y poco edificante y dice muy poco de los gobernantes de nuestra ciudad y más cuando la ciudadanía de Zaragoza tenemos por costumbre pagarnos de nuestro bolsillo, el autobús, el móvil, los cafés, los churros y las manzanas.

Written by OSTA Ayuntamiento de Zaragoza