MESA UNITARIA DE NEGOCIACIÓN
CUBERO NOS CITA A UNA TERCERA REUNIÓN DE LA MESA UNITARIA DE NEGOCIACIÓN
MÁS QUE NEGOCIACIÓN, HABRÍA QUE HABLAR DE NEGACIÓN
El Consejero Alberto Cubero Serrano, responsable de Servicios Públicos y Personal, ha citado, para esta semana, a la representación sindical a una tercera sesión del nuevo modelo de negociación que ha impuesto a los sindicatos del Ayuntamiento, una mesa unitaria de negociación, en la que se hablará de todos los problemas, habidos y por haber, relacionados con las múltiples peticiones demandadas por la plantilla municipal y vinculadas con el aspecto económico.
Después de más de tres años y medio de negociaciones, y a seis meses de las elecciones municipales, en el pasado mes de diciembre el Consejero Cubero cambió de forma unilateral las reglas de la negociación colectiva.
Pero no sólo ha cambiado las reglas del marco negociador. En cada una de las dos reuniones que ha habido para plantear las cuestiones económicas demandadas por la representación sindical, ha ido cambiando las cifras que manejaba.
En la primera convocatoria de reunión, realizada el 13 de diciembre, hablaba de un hipotético presupuesto para 2019, que iba a contar con más de 9,1 millones de euros de incremento en la partida de personal con respecto al del año 2018, eso sí, siempre que hubiese un apoyo de otros grupos municipales.
De esos 9,1 millones, habría unos 5,5 millones para subida salarial, y otros 3,6 millones a negociar, planteando repartir unos porcentajes; un 40% para contrataciones (sustituciones por bajas y cubrir interinidades), un 30% para oferta de empleo OEP (principalmente plazas de policía local y bomberos) y un 30% restante para otros gastos de personal (pago de sentencias (que cada vez paga más el Ayuntamiento), subidas a través de las modificaciones de las RPT, Promoción interna, y reivindicaciones sindicales de la plantilla y de ciertos colectivos). Y daba por perdido el 0,30 % lineal que permitía la Ley de Presupuestos Generales del Estado 2018, culpando a Intervención. Aunque posiblemente ese 0,30 % que permitía la Ley se lo hayan gastado en otros menesteres, decidido de forma unívoca.
Asimismo, hablaba de remanentes que habían quedado pendientes de ejecutar, en el presupuesto municipal de 2018. Desde OSTA calificamos, ya en ese momento, que el planteamiento de Cubero (tanto de Mesa Unitaria, como hablar de porcentajes y de un hipotético presupuesto), era una técnica dilatoria, un canto de sirena, un querer enfrentar a unos sindicatos con otros y, sobre todo, no quería Cubero concretar nada de nada.
OSTA le demandó al Consejero, que el primer punto a negociar era finalizar la negociación abierta con respecto al personal de las Naves de Cogullada, a lo que se opuso frontalmente.
En la segunda reunión, celebrada el 20 de diciembre, el Consejero cambió radicalmente su discurso. Alberto Cubero sólo hablaba de presupuestos prorrogados, ya no proponía cantidades concretas de dinero, únicamente exteriorizaba el establecer unos porcentajes que habría que dedicar a sus tres grandes apartados (contrataciones, nuevas incorporaciones a través de OEP, otras reivindicaciones y pago de sentencias). Que lo que podíamos negociar era dedicar en lugar de un 40/30/30 %, a los distintos apartados, poder plantear, por ejemplo, un 35/45/20 %, o cualquier otra cifra porcentual. Se podría aplicar, siempre que hubiese un acuerdo sindical mayoritario. Y que incluso podría hablarse de acuerdos a varios años, con los posteriores equipos de gobierno municipales
OSTA, junto con la mayoría de sindicatos, ya le hicimos ver en esa reunión que no es lo mismo, por ejemplo, el 40% de un millón (400.000), que el 40 % de 500.000 (200.000). Asimismo, le solicitamos nos explicase qué entiende por acuerdo mayoritario, cuando acababa de firmar la OEP 2018 con la única firma de CSL (un solo sindicato, de los siete). Le solicitamos nos dijera cuándo entraban en vigor los acuerdos, que nos dijese las cantidades exactas de las que hablaba, que no queríamos hablar de porcentajes de unas cifras desconocidas, …
OSTA valoró que no hubo ningún tipo de avance negociador por parte de la empresa, de esa dura patronal que no acepta las propuestas de los representantes de la plantilla y que cambia las reglas de juego cuando le interesa. Al revés, un retroceso en la negociación, más dilación, más interrogantes, mayor indefinición. Cubero reconoció que no sabía el dinero que había.
Ahora, una nueva convocatoria para el próximo 17 de enero, casi un mes más tarde de la anterior reunión. OSTA no va acudir a ninguna reunión unitaria de negociación mientras no se solucione, en primer lugar, el problema sustancial de plantilla y retribuciones de las Naves de Cogullada. Y Cubero no quiere.
OSTA no se va a sentar en una mesa de negociación con un Concejal que sólo piensa en dilatar al máximo la solución a los problemas de las trabajadoras y trabajadores municipales y sólo piensa en clave electoral de mayo de 2019. Cubero debe pensar que “el que venga detrás, que arree”.
OSTA no acepta la mala fe negociadora que ha demostrado el Consejero Cubero al convocar una mesa unitaria de negociación y marear la perdiz, hasta límites insospechados.
La verdadera revolución no es sólo la de las ideas. La verdadera revolución es la de gestionar de forma eficaz y eficiente la res pública, la cosa pública, los asuntos, bienes y dineros que son de toda la ciudadanía. Y en la gestión pública, Cubero ha suspendido.