UNA HISTORIA DEL SERVICIO DE INSTALACIONES DEPORTIVAS
El Servicio de Instalaciones Deportivas luchó hasta el final pero lo dejaron morir, unos por falta de interés y otros por todo lo contrario, dejándolo a merced de la empresa privada.
El Servicio de Instalaciones Deportivas llevaba demasiado tiempo en una situación de parcheado, intentando dar un servicio de calidad al ciudadano con los excasos mimbres de los que disponía. Lamentablemente, y a pesar de la disposición de la plantilla hacia un Servicio que un día hicieron suyo, ha pasado a mejor vida.
Reclamando una plantilla suficiente y necesaria para el correcto funcionamiento del Servicio de Instalaciones Deportivas se conformó un Comité de Huelga en 2022, del que OSTA fue parte activa del mismo, llegando a firmar un Acuerdo con el Equipo de Gobierno, que a nosotros no nos convencía, de hecho abogamos por seguir la huelga en verano, pero no pudo ser ya que fue ratificado en Asamblea.
Con el paso del tiempo, seguimos denunciando que el Acuerdo derivado de la Huelga en Deportes, se incumplía sistemáticamente.
– no se crearon ninguna de las 11 plazas de Oficial Polivalente que debían figurar en la Plantilla, como se recogía en el punto primero.
– no hubo ninguna modificación en la plantilla ni en 2023, ni en 2024.
– no se crearon las plazas concretas porque, según RRHH, la Jefatura del Servicio de Instalaciones Deportivas no pidió su creación. La Oficina de Recursos Humanos podía y debía crear esas plazas, ligadas al presupuesto municipal, sin necesidad de que el Jefe de Servicio las pidiera.
– las 11 plazas originales del Programa Especial de Empleo desaparecieron en 2025 (3 años era el tiempo máximo legal) y volvimos, no a la casilla de salida, sino que llegamos a números por debajo a los de la huelga.
A esta falta de medios humanos se le sumó la de medios materiales, las instalaciones fueron vacíandose de herramienta en condiciones óptimas de utilización, llegando a subcontratar el trabajo de mantenimiento a empresas externas que se beneficiaron con los suculentos contratos que les generaban pingües beneficios al tiempo que explotaban a sus maltrechas plantillas. Solo quedaron uno pocos reductos, como aquellos de la valiente Armórica, en la garita de entrada de unas pocas instalaciones.
El vestuario que se proporcionaba en el ocaso de este calculado proceso de desalojo, era escaso, insuficiente y se entregaba a destiempo. Como se pensaba que el trabajo en Deportes era poco menos que toda la jornada a cubierto y de atención al ciudadano/a, les valía con cualquier trapico, muchas veces restos de otros Servicios.
OSTA trasladó varias veces la indignación de la plantilla a los responsables a través de los medios y los foros correspondientes, porque aunque nos es deshonor vestir como el ejército de Pancho Villa, los/as compañeros/as querían representar al Ayuntamiento con una mínima dignidad y limpieza en el puesto de trabajo y de cara a la ciudadanía.
Pasaba el tiempo y en OSTA veíamos con tristeza y rabia que estos pasos nos ratificaban por dónde iban los tiros, había un interés en que el Servicio de Instalaciones Deportivas no funcionara, estrangulado por la falta de medios y que acabara como todos sabemos. El pescado estaba vendido.
Y así fue todo, ahora ya es historia.
Eso es lo que el fantasma del futuro no ha mostrado por un agujerico. Así mas o menos podría ser la historia si siguen con paso firme y decidido por ese camino.
Desde OSTA no queremos que un Servicio tan emblemático en el Ayuntamiento de Zaragoza, como es el de Instalaciones Deportivas, acabe de esta manera, por lo que haremos lo que esté en nuestra mano cumpliendo con nuestros compromisos sindicales con la plantilla.